…Desagradable y Manipulación se opusieron rotundamente, el argumento: era que a Cero le esperaban cosas mejores. Obviamente no era seguir estudiando, Pero con la venia de Dios él saldría adelante. Busco el apoyo de estupidez, pero ella le dio la espalda, no por falta de amor, es solo que la verdad, no era su prioridad.
Desagradable hizo una especie de trato beneficiándolo en todo momento, si Cero seguía cuidando de sus animales, el tío dadivoso y bueno le daría esos 5 pesos diarios que no importando cuanto se esforzara y cuantos artículos varios metiera en bolsas, era a lo mas que podía aspirar, siendo un simple cerillito, de origen cuestionable por la sociedad. Con argumentos así de convincentes Cero no lo dudo.
Nadie nunca lo supo, pues por que nadie nunca pregunto,
Pero ese día algo en Cero crujió y murió,
Pensó que no tenía salida, que desafortunada era su vida;
Pensó que jamás lo dejarían hacer algo que él quisiera, por muy simple que esto fuera…
Los días pasaron, seguía creciendo y su actitud cambio; le obligaron a cambiar de uniforme escolar a uniforme para cuidar vacas suizas y borregos de monterrey, “Alguien” que estuvo con el desde niño, le sugirió una forma de entretenerse y no volverse loco; ponerse de pie detrás de la puerta de su castillo, observarlo todo y a todos, al principio esto le molestaba, pues veía pasar a colegialas felices, con libros, obreros con bolsita de lunch, sus antiguos amigos con el uniforme del walmartpulus, a los que ya no les hablaba, siempre gente que tenia un lugar al que llegar, el no tenia prisa su trabajo estaba ahí mismo en su hogar. Cada que veía a una persona o un grupo de personas dirigirse a la parada del carruaje colectivo del reino, se preguntaba ¿que se sentiría ser uno de ellos, que había mas allá de su palacio?
Una noche al escuchar el llanto de estupidez, la voz de Alguien le sugirió escapar, salir corriendo a un lugar donde no lo pudieran encontrar, donde pudiera olvidar que era y lo inútil de su existencia, en todo caso Cero, no aspiraba mucho solo ser diferente, tomar sus decisiones, salió de su castillo de madrugada y corrió sin dirección, se sentía libre, diferente, se sentía BIEN el correr lo liberaba…. Pero, no conto con que desagradable lo espiaba, no llego muy lejos cuando desagradable en su tsuru a todo galope le dio alcance, sin hacer preguntas, lo regaño, lo golpeo hasta dejarlo inconsciente y lo encerró. En todo el castillo solo de eso se hablaba, ¿que le había pasado a cero, el que nunca cuestionaba, el que nunca se enojaba, el que ya no hablaba, por que salir corriendo, De que estaba escapando si le estaban dando una vida plena y feliz?
Cuando recupero la conciencia, Cero se puso a llorar, tenia tantos sentimientos encontrados, estaba tan enojado, tan desilusionado, tan triste que paso mas de 3 días llorando, cuando no estaba llorando caía inconsciente, como dormido, Manipulación le llevaba comida pero el no la comía, Desagradable le llevaba mas comida, pero Cero seguía sin comer y de repente Alguien le dio otra buena idea, fingir que todo ya estaba bien y convencer a su preocupada familia, que jamás intentaría escapar o ser feliz.
Se disculpo, por haber asustado a la apreciable familia, pasaron varios días hasta poner en practica su próximo plan para escapar, el sabia que estaba atado al ganado a limpiar los desechos que estos hacían y alimentarlos , una vaca suiza que era planchadora alumbro a una becerrita, tierna bonita, con solo ver al animal uno podría soltar varios suspiros de ternura, tal vez por sus torpes movimientos, tal vez algo en su mirar, era tan indefensa, con su solo existir pedía ser protegida y querída, la becerrita piso a Cero por accidente y ahí estaba la oportunidad perfecta, la empezó a golpear, primero con un fuete, el sonido que producía sobre la piel del animal no le asustaba, descubrió al principio con horror que esa sensación le agradaba, empezó a recordar cada golpe, cada grito cada interminable noche de llanto de su madre y soltó el fuete y empezó a golpearla con los puños, le dolía pero no se podía detener, tenia tanta rabia, por su mente pasaron todas las injusticas, todos estos años de abusos, el sentimiento de no tener salida… cuando sus puños empezaron a sangrar tomo conciencia de que el animal estaba tendido sobre el piso con una mirada lastimera suplicante, ojos vidriosos y su carne tierna una textura nada firme, casi comparable con una bolsa de sangre que solo contiene coágulos… aun así; no sintió pena o dolor o el mínimo remordimiento, inevitablemente la becerrita murió.
En el castillo nadie lo cuestiono, pues a partir de esto empezó a cuásar temor, de nuevo intento salir corriendo, siempre guiado por la voz de Alguien, escapo del castillo y corrió sin dirección, mientras escapaba, mas se convencía de que no tenia esperanza, que desde su nacimiento su destino estaba escrito, regreso a su casa, derrotato y decaído con su inútil existencia y un nuevo y placentero entretenimiento, por si solo, muy completo.